ESTIBALIZ ASENSI

1 de octubre de 1942
William,
Desde que te fuiste, las cosas no han hecho más que empeorar. Al parecer nos han invadido para hacerse con los pozos petrolíferos lo que hace que bombardeen la ciudad continuamente. Las casas están totalmente destruidas y las calles llenas de soldados alemanes dispuestos a acabar con el primer civil que se les cruce. Nosotros seguimos escondidos en la vieja fábrica. No es tan cómodo como estar en casa pero, es mejor que nada. Tenemos un sistema de estufas bastante decente, mantas y duchas, lo que nos está empezando a faltar es comida. Llevamos aquí encerrados 1 mes más o menos y cuando vinimos no trajimos víveres para tanto tiempo, ya que íbamos corriendo y no sabíamos cuánto estaríamos aquí. Cada día sale una persona para intentar conseguir comida. Llevamos 1 semana poniendo en práctica este sistema y de momento no ha vuelto nadie con comida. De los 7 que han salido 5 han fallecido y 2 han vuelto con heridas bastante serias, no creo que sobrevivan. Creemos que este lugar ya no es seguro. Ayer como a las 4 de la madrugada más o menos oímos unos pasos. Ya habíamos considerado que esa situación podría darse pero, aun así, nos asustamos bastante. Cuando llegamos ideamos un plan que nos ayudara a escondernos en caso de que los alemanes nos descubrieran por lo que lo pusimos en marcha. Cuando entraron en nuestra habitación, todos contuvimos la respiración y rezamos para que nadie hiciera ningún ruido y se fueran por donde habían venido pero, no fue así. Cuando se estaban yendo, una niña de unos 4 años empezó a llorar. Aquello fue un desastre. Al oír disparos mucha gente empezó a correr para salvar la vida, dejando al descubierto su posición y siendo blanco fácil. Esa noche nos habíamos acostado 50, a la mañana siguiente éramos 15. Creo que mañana probaré suerte a la hora de ir a por comida.
Espero que, al mensajero al que le he dado esta carta, no le sea difícil entregártela y que me respondas pronto para saber que estas bien.
Te quiere y espera saber pronto de ti,
Katherine

 
24 de octubre de 1942


Katherine,
No te preocupes, tu carta me llegó una semana después de que la escribieras pero no había encontrado momento para leerla y escribirte de vuelta hasta hoy.
Me preocupa bastante lo que me cuentas y tu situación pero, desgraciadamente, estamos en guerra y no puedo hacer nada para solucionarlo más que rezar para que este horror termine pronto y nos reunamos los dos sanos y salvos en Stalingrado, sin nazis persiguiéndonos ni bombas cayendo del cielo, en una casa decente. Lo único que puedo hacer es pedirte que por favor no arriesgues tu vida saliendo a por comida. Si nadie ha conseguido volver con vida de allí, no hay razón para pensar que tú lo conseguirás.
Yo estoy bien, seguimos asentados donde estábamos antes, intentando resistir lo máximo que podemos para liberar la ciudad de este suplicio. Estamos preparando un plan que podría ser decisivo para la derrota alemana. Hitler parece una persona bastante decidida a conseguir lo que quiere así que, seguramente, enviará a sus soldados contra nosotros, que somos más, estamos más fuertes y seguro que tenemos más intención de morir luchando si hace falta que ellos. Nosotros también hemos sufrido pérdidas considerables. La Resistencia se ha reducido más o menos a la mitad, pero podemos enfrentarnos al enemigo aunque seamos pocos dado que estamos dispuestos a morir luchando si es necesario. Con todo esto no te tienes que asustar, si he llegado hasta aquí, he pasado lo más difícil dado que, si conseguimos tener éxito con nuestro plan, será el principio de la reconquista de la ciudad. En cuanto esto acabe volveremos a estar juntos y podremos retomar nuestra vida desde el punto en el que la dejamos, sin tener que preocuparnos más de guerras ni peligros.
Perdona que mi carta sea tan corta pero no tengo mucho más tiempo para escribirte
Te quiere y te añora
 William



 

3 de diciembre de 1942

William,
Espero que estés bien, teniendo en cuenta la fecha que pone en tu carta y que la carta me llegó ayer.
Oí que la vuestro plan os fue bastante bien pero que también sufristeis muchas bajas y rezo todas las noches para que tu no estuvieras entre ellas. Espero que tuvieras razón cuando dijiste que si vuestro plan tenía éxito, la guerra estaría a punto de acabar porque si no ya no sé qué más podéis hacer. Hemos cambiado de escondite dado que poco después de que nos descubrieran, vinieron con refuerzos para acabar con los que quedábamos pero por suerte logramos salir todos con vida. Ahora mismo estamos en una especie de “agujeros” hechos por las bombas. Sé que tiene mala pinta pero no es tan malo como parece. La entrada está tapada con una plancha metálica por lo que no se nos ve cuando estamos dentro. Como todos no cabemos en uno estamos repartidos en varios. Con un poco de cuidado no creo que nadie nos vea. Hemos conseguido encontrar algo de comida dado que, como ahora vamos todos juntos, es bastante difícil que aparezca algún soldado sin que le veamos.
Al estar toda la ciudad destruida, la gente ha pensado que en cuanto mejore un poco la situación lo mejor que podemos hacer es irnos de aquí a buscar un lugar donde podamos asentarnos de verdad. Esta decisión es bastante dura dado que yo te dije que te esperaría aquí pero, llevo mucho tiempo sin saber de ti y no quiero ni imaginarme que te haya pasado algo pero si me quedo aquí mucho más tiempo acabaré muriéndome de hambre o me matarán. Están planeando el viaje más o menos en la fecha de tu cumpleaños para que te hagas una idea así que aún hay tiempo de que recibas la carta y me escribas para que no me vaya y te espere porque no creo que tengas que estar ahí por mucho más tiempo. Si no tengo noticias de ti antes de esa fecha me iré y en cuanto llegue a algún lugar no pararé hasta conseguir saber que ha sido de ti, si te ha pasado algo o si simplemente no te han llegado mis cartas.
Espero que el problema sea de las cartas y que a ti no te haya pasado nada porque no se que haré si te ha ocurrido algo
Espero tener noticias de ti pronto
Te quiere,
Katherine.

No hay comentarios:

Publicar un comentario