POLO PARDO

CONTEXTO Y BIOGRAFÍA


SIR JOHN OLIVER WARDROP

Viaja varias veces a Georgia en 1887 y 1894 y traduce varios libros del georgiano al inglés inculcando su afición por este país a su hermana. De 1910 a 1913 está de cónsul en Bucarest y en 1914 viaja de cónsul de Bergen, donde ascenderá a cónsul del noroeste de noruega. Después realiza un último viaje a Georgia de 1918 hasta 1921 cuando entra la unión soviética como primer cónsul británico en la región del Cáucaso. Las cartas se las envía a su hermana Marjory, con la que tiene fuerte unión.


MARJORY WARDROP

Hablaba fluidamente 7 idiomas a los que luego sumó el georgiano, viajó con su hermano allí en 1894 y tradujo varios libros del georgiano al inglés. Tras morir, su hermano creó una fundación en su nombre en la universidad de Oxford.







1ª carta:

De Sir John Oliver Wardrop a Marjory Wardrop

Querida Marjory,

He llegado hace unas horas a Bergen, aunque estoy cansado no puedo dormir, el sol ilumina las casas de madera hasta casi media noche, tardaré en acostumbrarme. Sé que esta carta te tardará en llegar, si llega, pero supongo que la correspondencia será mejor que la de Bucarest

La bienvenida en Oslo ha sido muy gratificante ha asistido hasta el propio embajador, teniendo en cuenta la situación política y la agenda que tiene, es digno de apreciar. Después he sido transportado en un Ford T Roaster hasta aquí por un chófer que hablaba perfectamente inglés. El viaje ha sido muy agradable, el paisaje noruego me recuerda mucho a la zona de Escocia a la que íbamos a veranear de pequeños. Paramos en un pueblo a comer, Seljord creo recordar, me pareció una villa artesana y humilde con mucho encanto. Después retomamos el viaje y en unas 4 horas llegamos aquí. Bergen es impresionante, las casas parecen de juguete, son muy coloridas, alegres, transmiten paz y tranquilidad, la casa del consulado está muy bien al ser una ciudad pequeña no es un palacete, o algún otro inmueble lujoso, es simplemente una casa muy acogedora, al fin y al cabo las casas grandes acaban siendo algo incómodas y de alto gasto energético. Aun así todavía me queda mucho por ver.

De momento, no me he podido enterar de lo que está pasando actualmente en Europa intentaré que se me informe cada semana desde el gobierno británico y le pediré a mi traductor que me lea los periódicos noruegos todos los días. Estamos al pie de una catástrofe, te agradecería mucho, hermana, si me pudieses informar de la situación de todos cada cierto tiempo y de cómo se vive todo esto en Inglaterra.

Esta sensación de miedo, de esperar lo que no se puede esperar, de que la imaginación recoja los temores guardados en cada rincón de tu cabeza y los revuelva por todo tu cuerpo, de estar ausente por la vida y angustiado por la muerte. ¿Es justo hacer sentir así a millones de personas por el ego de unos pocos? Sé que tú piensas igual Marjory y no te tengo porque dar el discurso, pero aquí estoy solo, no tengo todavía ni la confianza ni las facilidades lingüísticas para expresarle esto a nadie más.

Espero que te llegue la carta y puedas responderme. Un saludo a todos de mi parte.

John Oilver Wardrop




27 de Mayo de 1914



2ª carta

De Sir John Oliver Wardrop a Marjory Wardrop

Querida Marjory,

Por fin estoy siendo informado de todo lo que pasa, aunque con lo que pasa, no sé si es mejor no saber nada. Por lo menos la información tapa mi sádica imaginación.

¿Qué se dice allí de la invasión? Bélgica no estaba preparada para esto, sin embargo, los fuertes de Lieja aguantaron con constancia y valentía pese a sus malas condiciones. Parece ser que se fijaron tanto en la estructura fuerte y sólida del hormigón, que se olvidaron de incorporar una buena ventilación y los putrefactos olores rondaban toda la fortificación. De todos modos el breve tiempo ganado fue fundamental para que Francia y el gobierno pudiesen cerrar las barreras y prepararse para el encuentro. Alabado sea Sir John French, ha ejecutado una de las estrategias más difíciles, si hubiesen llegado a Paris los alemanes, poco hubiésemos podido hacer. Y aunque parezco emocionado por las continuas escabechinas y estrategias de guerra, no lo estoy, por supuesto que no, pensar todas las vidas perdidas en Marne, pensar que solo ha sido una primeriza batalla, un tentempié, los miles de corazones que han dejado de latir para que otros latan con dolorosa fuerza. Y aun peor, tantas bajas te hacen reflexionar sobre la desmesurada e inmensa magnitud de este conflicto, de esta crueldad, de esta mera defensa de prestigios.

Bueno, y cambiando de tema, que ya estarás aburrida de tanta reflexión y tanta batalla. En mi intento de integrarme más en la sociedad noruega por interés y aburrimiento, he encontrado un compañero noruego con el que poder hablar de literatura inglesa. Sí, ya sé que es raro, pero todo tiene una explicación. Él trabaja transportando mercancías a Inglaterra y como los viajes eran muy largos decidió comprarse allí libros, lo curioso es que ha aprendido inglés a partir de todos los libros que se ha leído, es verdad que no ha sido de la noche a la mañana, sino 20 años de transportista pero aun así ¿No es impresionante lo que hace el aburrimiento? De momento no hemos hablado mucho, pero por fin tengo a alguien con quien hablar de géneros interesantes y además desde un punto de vista noruego. La soledad es un enemigo al que ya tengo menos miedo.

Un saludo,

John Oliver Wardrop




15 de septiembre de 1914


3ª carta

De Sir John Oliver Wardrop a Marjory Wardrop

Querida Marjory,

Entre todas estas malas noticias, tengo una que quizás es buena, o no, y pese a que mi trabajadora mente no ha parado de pensar sobre este tema, sigo dudoso. Me han propuesto ser el cónsul de todo el oeste de Noruega, bueno realmente no ha sido una propuesta ha sido casi un nombramiento, pero no me pueden someter, digo yo. Aun así no está el gobierno como para reclamar cosas así, en medio de esta masacre, como para preocuparse de que un consulcito no quiera ejercer su trabajo sobre un terreno casi despoblado. Ahora me doy cuenta de lo egoísta que es, y aunque no esté de acuerdo con este conflicto y no lo he provocado ni yo ni mi gobierno, si hay gente que está dando su vida por defenderme ¿No tendré que al menos encargarme de lo encomendado?

De todas formas es algo más de responsabilidad, no es lo mismo ser cónsul de una pequeña ciudad que de medio país. Pero no es eso, ni el trabajo o esfuerzo que tenga que realizar, es esa imagen de falsa importancia y extravagancia que suele llevar encima un cónsul. Prefiero que la gente no me conozca, que no me miren al pasar, siento real pudor cuando todo esto pasa. Así que intentaré llamar la atención lo menos posible.

Ensomhet, el amigo noruego del que te hablé, cada vez me cae mejor, se adecua mucho a mis gustos, te caería muy bien, además sería un buen marido. De momento solo hablamos de los clásicos, Shakespeare, Conrad, Dickens o Collins, pero me demuestra que sabe muchísimo de literatura, hasta más que yo.

Con todo esto no he tenido ni tiempo para pensar sobre lo que está pasando, pero desgraciadamente si no lo pienso durante el día, lo sueño durante la noche. El dantesco paisaje se cierne entre el polvo y el miedo en las trincheras. Todos miran acongojados al suelo, esas caras, representaciones de los temores más abrumadores que encierra cada persona, el cerebro los intenta expulsar mediante recuerdos felices que te hacen sentir una nostalgia casi peor al temor, pero el humano se sigue aferrando a la esperanza de que cancelen esa ofensiva. El general grita, hay que salir de las trincheras, en ese momento ya no hay esperanza, ni recuerdos, ni temores, el humano ya no es humano. Yo tengo el consuelo de que son simples pesadillas, pero Marjory, ¡Hay gente que las está viviendo de verdad! Es una espantosa decepción con la que convivir diariamente.

Un saludo,

John Oliver Wardrop




7 de Julio de 1916




4ª carta:

De Sir John Oliver Wadrop a Marjory Wardrop

Querida Marjory,

¡Ya creía que se acababa! Y es entonces cuando una aguja te pincha el estómago, el corazón se infla y te pesa toneladas, tu cuerpo se queda ajeno a cualquier impulso exterior, porque tu cerebro solo tiene capacidad para intentar asimilar lo que ha pasado, tus sentidos se apagan y en tu cabeza solo se escuchan continuas preguntas sin respuesta. Así me siento, Hermana, Ensomhet llevaba provisiones a Inglaterra, “la guerra se está acabando” decían, “EE.UU va a conseguir la derrota definitiva” así que les concedieron el permiso para ir, pero a medio camino los alemanes les vieron y les bombardearon en el mar del Norte. Esto sucedió a principios de Octubre. Estoy harto de este sin sentido, de que todos nos veamos involucrados y afectados por algo que no nos incumbe. ¿Cuánto van a permitir que se deprecie el valor de una vida?

Pero bueno, no todo son malas noticias, tras la revolución bolchevique, que está causando gran incertidumbre y pavor en Europa, Georgia ha aprovechado para establecer una democracia. Al saber esto el gobierno ha querido establecer un consulado en Transcaucasia, y ya que nadie quiere ir por temor a lo que pase en Rusia y debido a los sucesivos viajes que he realizado a allí, me han propuesto ser cónsul de Transcaucasia. Sinceramente, después de que Ensomhet haya muerto ya no me queda nada aquí, y la rara fascinación y curiosidad que tengo por Georgia me lanzan a desplazarme. Te contaré todo lo que haya cambiado con detalle. Si informo ahora de la decisión con suerte estaré allí a principios de año.

Ahora que todo esto parece estar acabandose de verdad ,un tema que te he estado evitando preguntar, pero que ya es necesario que sepa. ¿Cuántos amigos se ha llevado esta masacre?¿Cuántas familias se han quedado sin padre?¿Cuántas se mueren de hambre? Respóndeme siempre y cuando se puedan contar.

Un saludo,

John Oliver Wardrop




21 de Noviembre de 1917



5ª carta:

De John Oliver Wardrop a Marjory Wardrop

Querida Marjory,

Llegué hace dos días a Tbilisi, me vino a recibir el primer ministro Noe Ramishvili, en una cordial bienvenida, que después continuamos con una magnífica cena. El primer ministro es del partido Socialdemócrata, una persona muy amable, modesta,con las ideas muy claras, estoy bastante impresionado, me esperaba un líder más extravagante, de aquellas personas que sabes que te están escondiendo algo, pero él al contrario me pareció muy honesto y con grandes planes para el país. Aunque Georgia sigue dentro de la república federativa de Transcaucasia con Azerbaiján y Armenia su plan es independizarse y formar la república de Georgia.

Al día siguiente estuve viendo la ciudad, para ver como ha cambiado, acompañado de un guía. La ciudad está en plena evolución, las personas más alegres, la inmensa pobreza, algo reducida, aunque es un factor a tener en cuenta. El caos y el bullicio han parecido ser absorbidos por una estricta organización, el nuevo gobierno ha construido una universidad estatal y un instituto médico, las condiciones higiénicas van mejorando ¡Todo está mejorando! Ojalá estuvieses aquí para verlo. De todas formas viajaré por todo el territorio para comprobar si el cambio es generalizado o es solo algo de la ciudad.

El gobierno ha comprado una casa enorme, casi una mansión, es verdad que aquí es muy barato el precio inmobiliario y la mano de obra, pero hubiese preferido algo mas modesto como la casa de Bergen. Además con la pobreza que hay en Georgia no es cuestión de derrochar dinero ni de que te vean como el señor adinerado y avaro que decide tener hasta el mayor lujo cuando hay gente que no tiene ni las necesidades primarias.Y es que vivimos en un mundo injusto, irreparablemente injusto. Por cierto, también me gustaría investigar que pasó con nuestras antiguas amistades como, Dimitri Ermkov, el fotógrafo o el vendedor del mercadillo y toda la gente con la que entablamos curiosas conversaciones. Muchos de ellos habrán acudido a la guerra civil rusa. Aunque Georgia esté en un momento de auge, la gente teme a Rusia y es muy normal, porque gobierne quien gobierne siempre ha sido un país ambicioso y expansionista con sus terrenos próximos, aun siendo la nación con más superficie del mundo, ellos necesitan más.

Yo, sinceramente, estoy perfectamente de acuerdo con la revolución Rusa, seguramente sea mejor para su población, pero que dejen a los países vecinos manifestar su identidad nacional y crear su pequeño y propio gobierno, no creo que suponga tanto. Es muy indignante que te gobierne alguien que no va a querer lo mejor para tu nación si no para la que le ha contratado.

Te mandaré otra carta de que sucede por aquí, intentaré traerte noticias. Un saludo,

John Oliver Wardrop




16 de Febrero de 1918




6ª carta:

De Sir John Oliver Wardrop a Marjory Wardrop

Querida Marjory,

En el año y poco que ya llevo aquí, he podido establecer una gran amistad con el primer ministro, actualmente ministro de interior. Ha renunciado a su puesto y se lo ha cedido a su íntimo y tocayo Noe Zhordania, al que conozco algo y tengo que decir que es una persona de gran talento y buen lidiador con las masas. Según Ramishvili, el actual primer ministro se le da mejor dar la cara al público y él prefería un puesto con más poder de elaboración de propuestas e ideas. Como ves han creado un gobierno sólido y nada corrupto.

Después de la guerra el mundo esta de reuniones. Las conferencias de paz de París, no han dejado ningún resultado claro, por lo menos no se ha hecho público o quizás el gobierno no me ha informado. No confio mucho en Lloyd George, y creo que la conferencia debería haberse realizado con países neutrales para que aportasen una visión más objetiva pero de todos modos EE.UU. Inglaterra y Francia tomarían al final toda la decisión.

Es verdad se me olvidó hablarte sobre el idioma, tú que lo controlas a la perfección, como muchos otros, no hubieses tenido problema, sin embargo a mi se me había olvidado bastante, no recordaba casi ninguna letra del abecedario, y aunque las letras son muy bellas son verdaderamente difíciles de escribir, y más aun de pronunciar. Y es que han pasado casi 24 años desde que vinimos. ¡Ah! es verdad tampoco te he comentado que en unas pocas semanas, el 26 de mayo exactamente, es la fiesta de la oficial declaración de independencia, que se celebrará por primera vez, y por todo lo alto. Habrá una gran cantidad de puestos con comida, de tu favorita sobre todo, Churcjela, jinkali o jachapuri y también bailarán Varekai, que espero que me emocione tanto como la última vez. Después Noe me ha invitado a un baile de gala con pareja en la casa del ministro, pero ya sabes que a mi no me gusta ni bailar ni ese tipo de eventos, así que me quedaré en casa, además seguramente me tenga que levantar pronto porque llevo unas semanas que no paro de trabajar. Como ves estoy muy emocionado por el primer día nacional de Georgia, toda la población lo está. Te estoy escribiendo menos porque tampoco hay mucho de que hablar aquí es simplemente una rutina, a veces curiosa, pero solo una rutina.

Un saludo,

John Oliver Wardrop




7 de Mayo de 1919



7ª carta:

De Sir John Oliver Wardrop a Marjory Wardrop

Querida Marjory,

El ejército rojo baja hacia al sur tan rápido como el invierno entra en Georgia. La amenaza rusa es casi inminente, el primer ministro ya está movilizando al ejército pero no tienen, ni el número de soldados ni la tecnología necesarias como para tener alguna posibilidad de ganar. Es muy duro saber el futuro en estos casos y expone al primer ministro a una gran duda que es si merece la pena luchar o vale la pena la rendición, porque él sabe perfectamente que no tienen nada que hacer y que se perderían miles de vidas. La población está otra vez asustada aunque el gobierno intente tapar la invasión, el temor ya se masca en la muchedumbre. Azerbaiján y Armenia están ya conquistadas con lo cual no hay posibilidad de alianza de fuerzas, y por mucho que haya intentado convencer al gobierno Británico no quieren implicarse en una confrontación con Rusia. Lo único que me han dicho es que debido a la situación debo volver lo antes posible a territorio británico pero yo hasta que los rusos no entren en Georgia, no me muevo.

Y Marjory, aunque no creía que me fuese a volver a pasar, lo vuelvo a sentir. Esa sensación de esperar la muerte, la masacre, el sometimiento, que invadan toda tu libertad, temer a la vida. Y sobre todo esa impotencia ante la injusticia, el sentimiento de haber construido algo, de haber creado fe entre la gente, para que ahora los fusiles manchados de ambición y pólvora soplen hasta destruir cada pequeña montaña de esperanza. Y el dolor que produce ese amago de bienestar, lo teníamos ya, entre nuestras manos, nunca pensando en esa roja ráfaga de viento, porque la ilusión es aquel pájaro fuerte que vuela a contracorriente sin pensar en el viento, las rapaces o el cansancio.

Además, me siento parte de esto, de Georgia, de su democracia, la soledad que abunda constantemente en mi se desvanece en cuanto pienso en lo que hemos formado, en ser parte de algo. Pero, ¿Por qué todo lo bueno se acaba? ¿Es una motivación para realizar cosas mejores o un simple castigo? Desde luego para mí es un aliciente a creer menos en la humanidad.

Un saludo,

John Oliver Wardrop




12 de Noviembre de 1920










8ª carta:

De Sir John Oliver Wardop a Marjory Wardrop

Querida Marjory,

Las tropas ya han entrado en Georgia, están establecidas en la periferia de Tbilisi, voy a coger mi vuelo a Londres. El gobierno se ha disuelto hoy y el primer ministro y Noe se van a exiliar en París, como muchos otros, aun así, una minoría se queda aquí, valientes ellos. Ramishvili, puede parecer un poco cobarde y egoísta, y es que lo es, pero los humanos con dinero entre la espada y la pared siempre tienen una opción más. Aunque es verdad que si fuera él preferiría ser un cobarde a estar muerto además el tiene riesgo a una supuesta muerte, la población de la calle no. Pero como ya he dicho, el mundo es injusto.

Me voy sabiendo que no voy a volver. Ya he viajado mucho y prefiero vivir una vida tranquila, voy a dejar la vida de cónsul, me ha dado demasiado trabajo, demasiadas decepciones,demasiadas dificultades, demasiados demasiados. A partir de ahora me podré dedicar a leer, a la universidad y otras pequeñas aficiones.

Es curioso y triste pensar de todas las formas que ha podido afectar la guerra a todo el mundo. Es triste, solo triste, pensar todas las personas que han muerto, todas las personas que han sufrido, todas las vidas y de aquellas vidas todos los años, días, horas, todas las experiencias vividas que han sido fulminadas por una bala, un obús o por la misma hambruna. Y lo preocupante es el nivel de destrucción, millones, Marjory, ¡En solo tres años! Este mundo me asombra y me asusta cada vez más.

Y es que no lo acabo de superar, de asimilar, y nunca lo haré. Cuánto tardará en cicatrizar esta herida, hay toda una población traumatizada, diezmada por el horror. Hay gente que hasta duda si el mundo se ha acabado, si esto es solo una agonía incesable de sus mentes a punto de dejar la vida. No sé cómo se va a superar, si será una mancha imborrable de cada momento histórico a partir de ahora, si se olvidará en ese afán de locura de borrar el pasado, de borrar el temor, como si ni una suave mota de polvo hubiese pasado por Verdún o Somme o por la misma Tbilisi.

Un saludo,

John Oliver Wardrop




22 de Febrero de 1921




Cuando John llegó a Inglaterra, dejó todas las cartas que había escrito sobre una placa: Marjory Wardrop (1869-1909)



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